sábado, 30 de mayo de 2015
Ahora sé, por qué la vida es bonita.
No he visitado esos lugares tan bonitos de Nueva York, pero aún así, puedo decirte que tus pupilas no tienen absolutamente nada que envidiarles, que ningún lugar sería mejor para refugiarme. Que siempre pienso en qué haré si un día decides marcharte porque has conocido unos brazos en los que te sientes mejor que en los míos, pero se que eso nunca va a pasar. Porque esto que sentimos es mutuo, es mucho más fuerte que cualquier obstáculo que se interponga en el camino. Y un día quiero cogerte de la mano y que salgamos corriendo, sin parar, no importa donde lleguemos, porque juntos somos casa y no hay lugar en el mundo que fuera para mi si tu no estás a mi lado. Solo has traído cosas buenas a mi vida, y lo único malo que he podido ver en ti, ha sido que no aparecieras antes, que no haya sido yo la primera en tu vida y tu el primero en la mía. Que si te vas, todo carecerá del sentido que tu le das, nada se parecerá o será igual, nunca. Y es por eso que por las noches necesito de ti, que cada parte de ti solo quiera fundirse en mi, porque contigo cada detalle es más bonito, los silencios tienen sentido y mis demonios quieren bailar cada noche con los tuyos. Ahora entiendo la vida, ahora sé, por qué es tan bonita, porque tu le has dado sentido, porque empecé a amarla cuando llegaste y vi que la podíamos compartir juntos, cuando vi, que todo contigo era mucho más fácil.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)