Es bonito ver como tus ojos me miran después de haber hecho el amor, y quedarme abrazada a ti. Después cojo la botella de whisky y le doy un trago, y te la paso. Por momentos se me sonrojan las mejillas cuando me veo solamente en bragas a tu lado, y tu mirada traviesa se posa sobre mi. Y, joder, os aseguro que no todas las drogas fuertes son pastillas, también las hay en forma de persona.