martes, 31 de marzo de 2015

88 constelaciones y su espalda.

Y como si de leerte se tratara, comencé a inspeccionar tu piel, cada lunar de tu cuerpo, cada peca, cada mínimo detalle de ti. Fui midiéndote las piernas y conté 22 besos hasta que llegue al límite de tu cintura y ahí me detuve, jugué un poco a algo sensual. Baile un poco con mis manos por esa línea que va de un extremo de la cadera a la otra, y entonces seguí acariciándote el torso, lo bese. No pude resistir el besarte así que lo hice, ¿por qué no hacerlo? si los dos lo deseábamos. Observé cada parte de tu cuello, todo lo de alrededor, y tengo que decir que estoy loca por ese lunar que tienes detrás de la oreja. Tu espalda, ahí me perdería las veces que hiciera falta y dejaría que después vinieras tu a buscarme. ¿sabes? hay reconocidas 88 constelaciones, entre ellas la Andrómeda, Ave del paraíso, o Águila, y créeme cuando te digo que, hasta ahora ninguna me había importado o si quiera interesado o gustado, hasta que comencé a unir los lunares que formaban en tu espalda, aquella fue la constelación más bonita que jamás he visto, y la única por la que me quedaría hasta las tres de la mañana para verla una y otra vez sin cansarme, para acariciarla y buscarle nuevos puntos hasta que amaneciera. 

lunes, 30 de marzo de 2015

14:53 pm.

14:53 
Estas aquí, presente, siempre, no sales de mi mente ni un momento. No puedo evitarlo, aunque el pensarte también me hace daño porque no estás aquí. Quisiera que estuvieras aquí, y que me tiraras en la cama para hacerme cosquillas hasta enloquecer de la risa, porque sabes hacerme reír como nadie lo hace, siempre que te lo propones lo consigues, aunque sea el peor día del mundo y no tenga ganas ni de reír, siempre termino haciéndolo. Por eso, dime que no te vas a ir, que te vas a quedar siempre aquí, a sostenerme cuando piense que estoy a punto de caer. Quiero que avancemos juntos, no quiero dar un solo paso que no sea de tu mano. No sabes lo que provoca en mi tu sola presencia, los silencios contigo tienen sentido, y tu piel y mi piel, saben hacer mejor poesía que la de Neruda. Dime que tu no quieres también esas madrugadas en mi cama, ese juego de sabanas mojadas y nosotros empapados en sudor después de haber echo el amor. Dime a caso que los domingos no saben mejor estando los dos juntos en el sofá tirados con una manta y palomitas para ver una peli, sé que tu cama se siente vacía sin mi, porque a mi me pasa exactamente lo mismo. Y es que ya no concibo mi vida sin ti, ya no tendría sentido levantarse un lunes sabiendo que no te tengo, que no vas a estar ahí esa tarde para decirme: 'venga enana, que ya hemos superado el lunes, ya queda menos para el finde'. Todo de tu mano, tiene mucho más sentido. La lluvia es bonita porque detrás del cristal estamos tu y yo observándola, y los días fríos tus abrazos son el mejor abrigo.

domingo, 29 de marzo de 2015

Perderme puede ser bonito, si después eres tu quien viene a buscarme.

Recuerdo cuando empezó todo, quedábamos todos los días en el mismo parque y nos íbamos a un banco a mirarnos. ¿Tontería?, bueno, para los que no sepan lo que es sentir ese gusano que te baila en la tripa seguro, para mi lo era todo. En esos momentos sentía lo que nadie puede imaginar, esos momentos eran mágicos. Nos podíamos tirar horas y horas besándonos, riéndonos y hablando de nosotros. Era increíble que alguien sin siquiera tocarte pudiera hacerte sentir de todo, porque para mi el vértigo del que tanto hablan, no es subirse a lo alto de un rascacielos, para mi era estar a la altura de tus caderas y verte la sonrisa. La primera vez que rozaste por un segundo mi cara con tus manos, la acariciaste, y me dijiste: 'te quiero, gracias por hacerme sentir así'. Yo, sorprendida, a la vez que contenta, bajé la mirada sonriendo y te dije: 'gracias a ti, por aparecer en mi vida, para darle ese giro tan bonito que necesitaba'. Te has convertido en mi mitad. Contigo las manecillas del reloj avanzan demasiado deprisa y eso me gusta, pero a la vez me asusta, porque no quiero que llegue el momento en el que te tengas que ir y me dejes aquí, esperando a que sea mañana otra vez de nuevo para volver a verte, se me hace eterno esas horas en las que no te veo, parecen años, sin embargo, contigo las horas parecen segundos. Te confieso que me miraste y nos miremos, pero tengo que decir en mi defensa que tu fuiste el que me sonreíste primero, con eso basto todo. Te echo de menos. Si, se que solo han pasado unas horas desde que te vi, pero adoro ir corriendo hacia ti cuando nos encontramos y quedarme sostenida entre tus brazos mientras mis piernas te rodean la cintura, y entonces te beso. Tienes algo que no veo en nadie más, no sé, me haces feliz y eso me gusta. A sí que, ven, endulzame la vida como solo tu sabes. Juguemos al escondite como los niños pequeños, que perderme puede ser bonito si después eres tu quien viene a buscarme.

sábado, 28 de marzo de 2015

Tonto, loco y estúpido amor.

No quería reconocer que me había enamorado de ti, porque eso sería reconocer que había caído en eso que llaman amor y que la mayoría de la gente se empeña en destruir con engaños. Y me daba miedo, miedo de que no resultara, de que terminara mal como todas las historias de amor que conozco. Pero en ti vi algo, simplemente sucedió, sin esperarlo. Aún así sigo diciendo que tengo miedo, miedo de que tu puedas ser como todos los demás y que termines haciéndome daño cuando te haya entregado todo de mi, cuando te haya dado todo el amor que llevo dentro esperando a salir. Porque cada vez que te veo tengo que contenerme para no ir corriendo y decirte que te quiero, que me he enamorado de ti y que cada día esto que siento es más fuerte que el día anterior. Quizá suene egoísta, pero cada vez que veo a otra chica cerca de ti quisiera gritar, quisiera no existir en ese momento, porque aunque desconozcas esto que siento yo te siento mío, porque lo que siento es tan grande que ya formas parte de mi. Y todos los días, aunque yo no quiera, estas mariposas con tu nombre aparecen y me recuerdan que estas aquí, y que todo lo que siento no se ha ido aún, y no se va a ir. Solía ver a tanta gente enamorada, diciendo lo bonito que era y a las pocas semanas destrozadas. Yo no quería acabar así, juraba que yo nunca acabaría así por alguien y que el amor solo era de personas estúpidas y sensibles. Y mírame ahora, con el sentimiento más grande que he sentido nunca, guardado, sin poder expresar lo que siento. Quizá no sea como cuando te rompen el corazón pero se le parece. Porque me rompe el verte y no poder gritarte esto que me esta consumiendo y acabara por destrozarme y hacer de mi el más absoluto caos.

viernes, 27 de marzo de 2015

Recuerdos.

Aquí y ahora, diré que en todo momento te tengo presente. Que por las noches miro por la ventana esperando que aparezcas con tu sonrisa y con un ramo de flores en las manos y me digas: 'vengo porque te echaba de menos'. Miro alrededor y todo lo que veo me recuerda a ti, a cada momento que hemos pasado juntos, a cada sentimiento que sigo sintiendo, que sentimos. Porque se que aunque te hayas ido, tu me echas de menos tanto como yo a ti e incluso me atrevo a decir que más. Pero te ha podido tu miedo. Miedo a que lo que sientes por mi es más fuerte que todo lo demás que hayas sentido antes. Y, ¿sabes?, yo sigo esperando a que vuelvas, a que un día suene el teléfono y seas tu diciéndome que me echas de menos, que tu habitación se te ha quedado grande desde que por las noches ya no me arropas antes de dormir. Tu risa era para mi como la canción que escuchas miles de veces y aún así no te podrías cansar nunca. No creo en reglas de amor, ni de cómo hay que actuar ante todas las situaciones, lo que si se es que me muero de ganas de salir a buscarte y las ganas me están matando. ¿Por qué no vuelves? te estoy esperando. Cada noche lo hago y no sabes el frío que me invade al pensar que nunca vayas a volver. Nuestra foto sigue en mi mesilla de noche, y me tortura ver lo felices que eramos en ese momento, porque se que era real y para mi no ha dejado de serlo. ¿que ha sido de ti?

jueves, 26 de marzo de 2015

Sinónimos de ti.

Como un café y un cigarro a las ocho de la mañana, como el lado fresco de la cama en verano, como beber agua cuando estás muerta de sed, como escuchar llover fuera mientras lees tu libro favorito, como leer una revista de moda, como llorar cuando más lo necesitas, como ponerte la ropa que más te gusta y sentirte guapa, como reírte y reírte sin parar, como no tener clase un lunes y disfrutar el domingo de todas tus series favoritas mientras comes comida basura, como la amistad con tu mejor amiga, como un soplo de aire fresco, como una flor en medio de un campo en ruinas, como taparte hasta arriba esos días de frío, como el olor de tu colonia favorita, como las mariposas en el estomago cuando te enamoras, como que te digan que no puedes hacer algo y tomarte el placer de hacerlo, como decir lo que piensas y ser tu misma sin temor a que te juzguen... podría decir un millón de razones más, pero, ¿a caso es poco para lo que me haces que sienta cada vez que te tengo cerca?

Cumpleaños "feliz".

Antes, cuando éramos pequeños, los cumpleaños eran lo más esperado del año. Habría regalos, comida, y sobretodo estaría lleno de personas, tus amigos. Pero con el tiempo, cuando vas creciendo, ya no te hacen ilusión los regalos, ni si quiera que sea tu día. Porque te has dado cuenta que la mitad de personas que habían en tus cumpleaños ya no forman parte de tu vida. Ahora solo hay unas pocas personas que merecen la pena, y que siguen estando ahí, y otras que consideras importantes pero sin embargo no sabes si tu lo eres para ellos/as. Ya te has dado de bruces con la realidad, ya no eres una niña, y ahora la mayor preocupación no es que se te haya perdido tu juguete favorito o soplar las velas de la tarta para pedir un deseo. Nos pasamos la infancia queriendo ser mayores, para cuando lo somos desear volver a ser pequeños.

miércoles, 25 de marzo de 2015

El teorema de nosotros.

Y todo en mi que era desastre conseguías volverlo amor, 
recomponerme y hacerme querer ser 
mejor. Porque yo no entendía de 
constelaciones más que las de tu 
cuerpo en forma de lunares. De 
naufragar por tus caderas y coger el 
tren de camino por tus labios y terminar 
descarrilando en ellos, y ahí, fue
cuando encarrile mi vida y pude darme 
cuenta de lo que es sentirse vacía sin 
tenerte entre mis brazos. Porque no 
hay nada más bonito que que hayas 
conseguido arreglar este desastre que 
soy, caos o como quieras llamarlo, 
pero bendito caos si es de tu mano.

Cada kilómetro, es un abrazo para darte.

No quiero copiarte, ni hacer lo mismo que tu. Es simplemente la necesidad de demostrarte una vez más lo que me importas, lo que significas para mi. Hace más de un año que estas en mi vida, y en todo este tiempo te has vuelto lo más importante para mi a pesar de esos 812km que nos separan, y que no veo la hora de que llegue el momento para poder abrazarte. Gracias, gracias por tanto, por estar ahí cuando nadie más lo ha estado, por tener la palabra adecuada en el momento adecuado, pero sobretodo, gracias por ser como eres tu. Verdadera. Porque se que mucha gente se ha alejado de ti por ser simplemente como eres y yo en cambio quiero quedarme por el mismo motivo. Y desde aquí les digo a todas esas personas, que no fueron valientes al irse de tu lado y no quedarse, les digo, que ahora la afortunada de tenerte soy yo y no ellos/as. Porque yo se que un día vamos a cumplir todos esos planes que tenemos juntas, lo se. Veremos the vampire diaries juntas, comeremos nuestra comida favorita y nos sacaremos miles de fotos para hacer un mural en la pared. No hace falta que te diga, que cada palabra tuya me da fuerza. Que tus buenos días por las mañanas no los cambio por nada, y que me da igual lo que la gente piense de nosotras, te quiero, y nadie va a cambiar eso. Gracias, por ser mi niña, mi pequeña, mi italiana favorita, por ser mi alma gemela.

martes, 24 de marzo de 2015

Quédate, o vete.

Me consumes pero me das vida, algo ilógico. Me dices que me quieres pero después te vas con ese cigarro entre los labios y no vuelvo a saber de ti en días, y luego vuelves a mi. Será por eso que dicen de que el asesino siempre vuelve al lugar del crimen. Y aún así no me importa, siempre termino cayendo en tus brazos y dejando que me hagas sonreír. Será un ni contigo ni sin ti, será porque tu no eres tío de una solo chica y yo no quiero que jueguen conmigo. Me has echo ser fría y sin embargo en tus manos me derrito. No se qué has echo conmigo, y aunque mi cabeza me dice que no debo dejar que sigas haciendo lo que sea que haces, mi corazón siempre me pide a gritos que debes volver. En ocasiones me ahogo porque no estas y llego a la conclusión de qué pasara el día que te vayas para siempre.

lunes, 23 de marzo de 2015

Sonrisas.

Me levanté, y allí estabas tu. En mi cocina, preparando café y con tu sonrisa. Esa sonrisa que supera cualquier cosa mala que te haya podido pasar a lo largo del día. Entonces me acerqué a ti y te dí un beso en los labios y tu me dijiste: '¿preparo café o preparo mi vida?'. Creo que fue la frase más bonita que había escuchado nunca y entonces me límite a responder: 'prepara café para mi todos los días'. De repente empezaste a hacerme cosquillas y yo reía y reía, salí corriendo y me seguiste por toda la habitación, rodeando la cama hasta que me atrapaste. Jugamos un rato a la felicidad entre cosquillas y un poco de humor como era de costumbre, eso es lo que me gusto de ti desde el principio. Tu sentido del humor y de hacer que lo malo parezca un poco menos malo. Entonces sentí como tus labios iban ascendiendo y descendiendo por mi cuello. Sentí una adrenalina brutal y ganas de que siguieras, que no te detuvieras, así que no lo impedí. Dejé que siguieras tocando cada parte que mi cuerpo escondía y que yo moría por que descubrieras solo tu. Era un momento lleno de sensualidad y de deseo, de ganas contenidas y de mucho amor guardado. Mi camisa de seda desapareció y tu seguías con los besos. Quise entrar yo también en tu juego, así que te quite la camiseta, esa que te queda tan sexy pero que mejor esta por los suelos. Fue una mezcla de amor y sexo, de mis ganas con tus ganas, de que te quedaras para siempre. Fue maravilloso. Estábamos callados, disfrutando del momento y entonces interrumpiste para decirme: '¿cómo te sientes?'. No supe más que sonreír, darte un beso y decirte: 'no sabría decirte exactamente qué es lo que siento en momentos como este, porque cada uno de ellos supera con creces al anterior'.