sábado, 28 de marzo de 2015

Tonto, loco y estúpido amor.

No quería reconocer que me había enamorado de ti, porque eso sería reconocer que había caído en eso que llaman amor y que la mayoría de la gente se empeña en destruir con engaños. Y me daba miedo, miedo de que no resultara, de que terminara mal como todas las historias de amor que conozco. Pero en ti vi algo, simplemente sucedió, sin esperarlo. Aún así sigo diciendo que tengo miedo, miedo de que tu puedas ser como todos los demás y que termines haciéndome daño cuando te haya entregado todo de mi, cuando te haya dado todo el amor que llevo dentro esperando a salir. Porque cada vez que te veo tengo que contenerme para no ir corriendo y decirte que te quiero, que me he enamorado de ti y que cada día esto que siento es más fuerte que el día anterior. Quizá suene egoísta, pero cada vez que veo a otra chica cerca de ti quisiera gritar, quisiera no existir en ese momento, porque aunque desconozcas esto que siento yo te siento mío, porque lo que siento es tan grande que ya formas parte de mi. Y todos los días, aunque yo no quiera, estas mariposas con tu nombre aparecen y me recuerdan que estas aquí, y que todo lo que siento no se ha ido aún, y no se va a ir. Solía ver a tanta gente enamorada, diciendo lo bonito que era y a las pocas semanas destrozadas. Yo no quería acabar así, juraba que yo nunca acabaría así por alguien y que el amor solo era de personas estúpidas y sensibles. Y mírame ahora, con el sentimiento más grande que he sentido nunca, guardado, sin poder expresar lo que siento. Quizá no sea como cuando te rompen el corazón pero se le parece. Porque me rompe el verte y no poder gritarte esto que me esta consumiendo y acabara por destrozarme y hacer de mi el más absoluto caos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario