miércoles, 15 de abril de 2015

Amor loco, amor prohibido.

Lo nuestro era un amor loco, de esos tipo montaña rusa con más bajones que subidas, pero y qué, eso era lo mejor de todo. Cuando nos peleábamos y después íbamos el uno en busca del otro para hacer que lo demás se quedara en nada. Y nos metíamos en la cama, me buscabas, te buscaba, buscábamos fundir nuestras pieles en una después de cada distancia entre nosotros. Me pedías que me quedará, que nunca me fuera, y yo te respondía que nunca me iría, que siempre estaría buscando la forma de perderme entre tus brazos. Me pongo a ver mi serie favorita, y cada vez que salen Damon y Elena pienso en lo bonita que es su historia, en lo que el amor de él hacía ella puede hacer cambiar de cierta forma a alguien, en todo lo que es capaz de hacer para salvarla, en que se conocieron mucho antes de lo que ella aún no recuerda, y que él adivino lo que ella buscaba en una relación, y era justo lo que él podía darle. Pero ella se niega a reconocer que puede llegar a atraerle si quiera porque sería como reconocer algo que no debe. Pero, ¿a caso el amor tiene que ser algo perfecto? ¿a caso hay una pauta que debamos seguir si alguien consigue entrar en el que tenemos a la izquierda y consigue hacerlo sentir vivo? como al final termina pasandole a Elena con Damon. Yo también llegue a pensar que no serías bueno para mi, que algún día te irías y dejarías mis pedazos esparcidos y yo sería incapaz de reconstruirlos. Pero contigo he aprendido, que el verdadero amor no nos destruye, nos recompone de cualquier cosa, incluso el que pensábamos que no sería nunca para nosotros. Y tu me has echo sentir viva, me has echo ver que las peleas tienen su parte buena, que a cabezotas a veces no nos gana nadie, y que tu eres el camino que quiero seguir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario