jueves, 15 de octubre de 2015

micro cuento.

en la ventana de tu cuarto, enciendo un cigarro, llevo puesta la camisa que le quite la noche anterior. me gusta, porque huelo a él y eso me hace sentirme más segura.

-te queda mejor que a mi.
+entonces me la quedo, me la pondré siempre.

me gusta ver como me mira cuando hago algo, como si le fuera la vida en observar cada detalle de mi. he observado de reojo como sigue cada curva de mis piernas cuando estoy haciendo café en la cocina, y antes de que deje de mirar le sonrío y le guiño un ojo haciéndole saber que le he visto. entonces me dice:

-perdona, pero es que me gusta mirarte en cada cosa que haces, eres tan sensual, y desprendes tanto de ti.

no puedo evitar sonrojarme. sabe siempre cuál es la palabra adecuada para hacerme sentir bien, solo él sabe qué decir en cada momento.

-si quieres, después podemos ir a ese café que tanto te gusta y que ponen música tan chula a comernos unos croissants. no pienses en la dieta, quiero que la mañana sea de nosotros.
+umm.. vale, pero antes quiero que me quites esta camisa que dices que me queda tan bien.
-eso me parece perfecto, ¿te parece si nos damos una buena ducha?
+como podría decirte a eso que no..

dejó mi camisa caer al suelo, me dio un beso en el cuello, y nos metimos en la ducha.

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